Este Proyecto Pastoral surge con la intención de ofrecer los elementos imprescindibles para concretar un Plan de Animación Pastoral en todos los Centros.
Supone un marco común con el resto de centros educativos de la Provincia de Madrid‐San Vicente de las Hijas de la Caridad y quiere contribuir a la comunión entre ellos, desde el diálogo y el análisis compartido de la realidad.

Se trata de un documento que tiene su referencia en el documento “Escuela Vicenciana en Pastoral” que lo vincula a la acción educativa de las Hijas de la Caridad en toda España. Las opciones pastorales fundamentales se desprenden de esta referencia documental.

Sus planteamientos están en estrecha relación con el “Proyecto Educativo para los centros vicencianos” del que éste forma parte.

Es fruto del trabajo y la reflexión compartida de los representantes de todos los Equipos de Pastoral a lo largo de distintas sesiones durante el curso 2007‐2008 y tiene una pretensión de alcance de tres años.
INTRODUCCIÓN
La fecha citada sirve como punto de partida de trabajo pero, fundamentalmente, como referencia explícita al momento cultural en el que nos encontramos y que es nuestro ámbito para la educación y la evangelización.
Hemos de acogerlo con mirada serena y analítica para reconocer en él posibilidades y urgencias de renovación. Los tiempos que vivimos no son ni mejores ni peores que otros, son fruto de una evolución lógica que configura el transcurso de la historia y que nosotros percibimos como Historia de la Salvación.
Reconocemos signos que hablan del proceso de evolución del Reino de Dios y otros que nos urgen a mostrar nuestra propuesta educativa y pastoral como alternativa de sentido:
Estamos en tiempos que dificultan asumir las cosmovisiones de las grandes religiones y sus sistemas de creencias. Las confesiones de fe se hacen personalizadas sin el salto a sentirse partícipes de una religión oficial.
Junto a esta dinámica, el proceso de secularización conduce a reducir la religión a la esfera de lo privado. Al tiempo que, en el ámbito público, el espacio ocupado por las religiones queda ocupado por otras formas de sensibilidad trascendente como puedan ser las expresiones de identidad deportivas, musicales o ecológicas.
Se trata, en definitiva, de un resurgimiento del paganismo, un término donde confluyen multitud de manifestaciones. En este panorama nuestras convicciones creyentes se ofrecen como un tesoro. Este tesoro en vasijas de barro es mensaje de amor depositado en nuestros brazos, labios y mente para ofrecérselo a aquellos, que desde el Evangelio, pueden encontrar el sentido de sus vidas
OPCIONES PASTORALES
Hemos adoptado tres criterios fundamentales a la hora de diseñar nuestro Proyecto Pastoral.

1. Las cinco acciones del Pueblo de Dios
Valoramos la Iglesia como sacramento, imagen visible del amor que Dios tiene a los hombres. Por esta razón, hemos estructurado nuestro proyecto en torno a cinco dimensiones que describen las acciones propias del pueblo de Dios con las que realiza su tarea de mostrar a Dios y hacerlo presente entre los hombres: 1) la comunión, o el servicio orientado a lograr la armonía del hombre con su Dios en todas sus dimensiones, de modo que la Iglesia se eleve como el signo de la unidad que ansía todo hombre, 2) la misión o el anuncio y testimonio que brota de la experiencia gozosa de haber descubierto el rostro de Dios, 3) la catequesis como oferta para estructurar la fe recibida y dar razón de nuestra esperanza, 4) la liturgia que invita a celebrar comunitariamente la presencia de Dios en la historia y lo cotidiano, 5) la caridad, o el servicio destinado a hacer palpable el amor que devuelva la dignidad perdida a los más necesitados. Con esta estructura perseguimos dotar a nuestras propuestas de todos los elementos que llevan a la integración de la fe de manera plena. En el Proyecto Pastoral lo hemos articulado a través de los objetivos y las líneas de acción.

2. Una preocupación por todos los destinatarios que es expresión de la catolicidad de la Iglesia.
Queremos que nuestros centros educativos sean una propuesta firme para todos aquellos que toman contacto con nuestra actividad. De esta forma acogemos nuestra identidad católica como esfuerzo por llevar la Buena Nueva hasta los confines de la tierra que, en este caso, se traduce en los últimos rincones de los corazones de los creyentes.
Por eso hemos estructurado nuestro proyecto tomando en consideración la Comunidad Educativa en general: padres, profesores, alumnos (en cada nivel educativo). Esta convicción pastoral queda expresada en la secuenciación de las líneas de acción, así como en las fichas de programación.
